
Gratitud: la actitud necesaria para ser felices
En este artículo reflexionaremos sobre la gratitud, la importancia en la vida del hombre, sus beneficios y cómo vivirla.
Si nos detenemos a pensar con sencillez, no nos costará reconocer que todo es don. La vida, los talentos que tenemos, el cariño que recibimos, etc. Es más, si existimos es porque Dios nos amó, nos quiso, nos dijo: ¡es muy bueno para mi que existas! El mundo no sería lo mismo sin ti.
Ser agradecido es propio de reconocer que todo lo que tenemos lo recibimos gratuitamente. ¿Todo?¿Hasta lo que conseguimos con tanto esfuerzo, con sudor y lágrimas como suele decirse? ¡Si! Incluso las cosas que conseguimos con nuestro esfuerzo, ¿no es cierto que también recibimos mucha ayuda de tantas personas para conseguirlo? El hombre es un ser social por naturaleza. Nadie consigue nada que valga la pena por sí solo. Detrás de esos esfuerzos propios están muchísimas personas que también nos ayudaron. Por ejemplo, al hacer una carrera universitaria, ¿no es verdad que detrás también estaba el apoyo de la familia, amigos, novio/a, esposo/a, profesores, etc.?
Además, vivir la vida con esta actitud tiene muchas ventajas. Muchos estudios concluyen que es un hábito que hace muy bien física y mentalmente (reduce el estrés y la ansiedad), nos hace ser más resilientes y ser positivos. Es como una vacuna contra el pesimismo. Y es una actitud que favorece mucho la convivencia y la vida en sociedad.
Agradecer todo lo bueno que tenemos. Incluso agradecer lo que nos falta o alguna situación difícil que estamos atravesando. Porque, aunque nos cueste entenderlo, es para nuestro bien. Las situaciones difíciles nos permiten crecer, aprender, nos hacen ser más humildes, nos hacen pedir ayuda y dejarnos ayudar, etc. En definitiva, agradecer nos ayuda a ver y valorar la realidad como es.
A su vez, ser agradecidos nos impulsa a darnos a los demás. Si reconocemos que recibimos gratuitamente, daremos también gratuitamente. No hay nada que nos abra más a los demás que ser agradecido.
Si queremos crecer en gratitud conviene practicar pequeños actos cotidianos que la favorezcan. Por ejemplo, agradecer por todo lo que tenemos al despertar, agradecer por la comida que tenemos, agradecer a las personas que nos brindan pequeños servicios en el día, agradecer al irnos a acostar, etc. Que en muchos momentos del día tengamos pequeños actos de agradecimiento.
Te animo a que intentes vivir estos pequeños actos que te harán más agradecido y serás más feliz y harás más feliz a las personas que tienes cerca.