
Vivir en libertad
El ser humano es libre. ¿Qué significa esto realmente? La libertad no es solo la posibilidad que tenemos de elegir entre diferentes opciones. Incluso teniendo una sola opción el ser humano es libre y puede elegir el sentido que le va a dar a esa realidad que se le presenta. Puede asumir la realidad o rechazarla.
El hecho de que el hombre sea libre tiene como respectiva consecuencia que es responsable de las decisiones que va tomando ya que estas decisiones pueden tener un impacto en su propia realidad y en la realidad de los demás. Por lo cual, si su decisión tiene consecuencias ya sean positivas o negativas, él es responsable del impacto ya sea positivo o negativo que producen. Algo similar ocurre, aunque en otro nivel, con las decisiones que tomamos como sociedad.
Por un lado, como las decisiones tienen impacto en la propia realidad, el hombre puede determinar su destino. En definitiva, llegar a vivir en plenitud, ser feliz, es una decisión. Y muchas veces realmente se requiere mucho coraje para asumir realidades que nos tocan vivir. Para vivir en plenitud, necesitamos ser personas que no tengamos miedo a enfrentarnos a las dificultades objetivas o subjetivas que se nos presentan y buscar siempre hacer el mayor bien que podamos. Siempre podemos elegir hacer el bien. Eso no quiere decir que sea fácil y que no requiera una lucha perseverante. Pero, ¡vale la pena!
Por otro lado, como las decisiones tienen impacto en los demás, también somos en mayor o menor medida responsables de lo que pasa a nuestro alrededor: nuestra familia, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo, nuestro vecindario, nuestra ciudad, nuestro país, el mundo entero. Siempre podemos aportar algo positivo, algo de bien aunque sea muy pequeño para que nuestro entorno esté mejor. Quizás no cambiemos grandes cosas, pero podemos alegrar a los que tenemos más cerca.
Ahora bien, ¿Cómo podemos usar bien nuestra libertad? Vamos a responder esta pregunta desde dos perspectivas diferentes pero que confluyen en una misma respuesta. Por un lado la Logoterapia de Viktor Frankl, y por otro lado la mentalidad infinita de la que habla Simon Sinek.
La Logoterapia considera que la esencia de la existencia consiste en la capacidad del ser humano para responder responsablemente a las demandas que la vida le plantea en cada situación en particular. Viktor Frankl, nos indica que para entender el sentido de la vida, no es el hombre el que debe cuestionarse por el sentido de la vida sino comprender que es a él a quien la vida interroga y que él contesta de una única manera posible: respondiendo desde su propia vida y con su propia vida. Solo con la responsabilidad personal se puede contestar a la vida.
Una estrategia que propone la Logoterapia para estimular el sentido de la responsabilidad es imaginar, primero, que el presente ya es pasado y, segundo, que ese pasado se puede corregir. La máxima propuesta por la Logoterapia afirma: “Actúa como si vivieras por segunda vez y la primera vez lo hubieras hecho tan desacertadamente como estas a punto de hacerlo ahora”.
Con lo cual, cuando tengas que tomar una decisión y estás indeciso sin saber cual es el mejor camino que tomar, piensa primero que ya has tomado la decisión y que lo has hecho muy mal. Eso te llevará a pensar en las consecuencias que tiene cada opción y que puedas tomar la mejor decisión desde la responsabilidad personal. Muchas veces se nos plantean disyuntivas de hacer algo o no, incluso en cosas más o menos cotidianas, y usando esta estrategia podrás decidir realmente desde la responsabilidad personal y no por otros motivos: comodidad, incertidumbre, miedo, etc.
Desde la perspectiva de la mentalidad infinita, Simon Sinek nos dice que, vivir una vida con una mentalidad infinita significa pensar en los efectos de segundo y tercer orden de nuestras decisiones. Significa asumir la responsabilidad por el impacto posterior de las decisiones que tomamos hoy. Otra vez, desde esta perspectiva, se nos sugiere pensar en las consecuencias inmediatas y mediatas que nuestra decisión puede causar asumiendo la responsabilidad. Es decir, decidir desde la responsabilidad personal.
Con lo cual, tanto la Logoterapia como vivir con mentalidad infinita nos ayudan a vivir con mayor responsabilidad personal, viviendo en libertad.