
El impacto de la IA en el mundo laboral
Con el avance de la Inteligencia Artificial Generativa, popularizada masivamente con el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, ha surgido un debate sobre su impacto en el ámbito laboral. En particular, se plantea cómo la automatización de tareas, que antes requerían intervención humana, podría transformar numerosos puestos de trabajo en un futuro cercano.
Si bien es cierto que hay muchos trabajos que van a pasar a ser realizados por las máquinas y que esto traerá un cambio muy grande que apenas podemos darnos cuenta de su magnitud, las implicancias que esto tenga en la sociedad dependerán de nuestra visión como sociedad del hombre, de la vida y del futuro que queramos tener.
Si bien este cambio podría tener consecuencias muy negativas si no se gestiona adecuadamente, también representa una oportunidad invaluable si logramos abordarlo de manera correcta. En mi opinión, esta es una oportunidad para volver a dar al hombre el valor que tiene, reconocer la dignidad de cada persona y brindar a todos una oportunidad de desarrollo más humano.
Victor Frankl, en una conferencia pronunciada en 1984 en Dornbirn (Austria), afirmaba: «quizás ahora podríamos decir que vivimos en una sociedad en la que no se busca el sentido de la vida, ni el valor de la vida, sino el valor de utilidad.» [1] Y por lo que estamos viviendo parece que como sociedad no hicimos más que profundizar en este valor de utilidad. Todo lo que no es útil, lo que no da un rendimiento es descartado. Y así podemos ver como los enfermos, los discapacitados, los ancianos son cada vez más descartados en una sociedad que en teoría busca ser inclusiva. La sociedad no será nunca verdaderamente inclusiva en tanto y en cuanto no valore la dignidad que tiene cada persona, se encuentre en la situación que se encuentre e incluso haya hecho lo que haya hecho.
Por lo tanto, si entendemos al hombre y al trabajo desde una visión utilitarista, enfocada en los resultados, la eficiencia y las habilidades técnicas, tarde o temprano una máquina podrá reemplazarnos, ya que hará lo mismo que nosotros, pero con más rapidez y precisión.
Por eso este cambio tecnológico, con las consecuencias que pueda traer, puede ser un punto de inflexión en el que decidamos repensar nuestros valores y desarrollar un modelo de trabajo que ponga a la persona y a la sociedad en el centro, dejando de lado el dinero, el poder y ese estilo de vida anestesiado por un consumismo que solo contribuye a degradarnos como seres humanos.
Un enfoque que me parece acertado para encarar este tema es el que menciona Antoine de Saint-Exupéry en su libro “Tierra de hombres”: «Me parece que los que se asustan demasiado de nuestros progresos técnicos, confunden el fin y el medio. Cualquiera que luche en la esperanza única de bienes materiales, no obtiene nada por lo que valga la pena vivir. Pero el avión no es un fin sino una herramienta como el arado».
Parafraseando a Saint-Exupéry podríamos decir que la IA no es un fin sino una herramienta. Pienso que acá está la clave para encajar bien el desarrollo de la IA en nuestro mundo, y en particular, en el mundo laboral. La IA tiene que ser un medio para potenciar nuestro trabajo, tiene que ayudar a perfeccionarnos como personas y como sociedad. Así como una persona utiliza un auto o un avión para recorrer grandes distancias en poco tiempo, algo imposible sin esas herramientas debido a nuestras limitaciones naturales de velocidad, la IA debe ser vista como una herramienta para realizar tareas que exceden nuestra capacidad de procesamiento y análisis frente a un volumen masivo de datos. Al valerse de estas creaciones, el ser humano puede desarrollar nuevos medios que le permitan perfeccionarse y expandir aún más sus posibilidades.
Ahora bien, es importante entonces considerar a la IA como un medio. Que será muy bueno, quizás muy impresionante, pero no más que un medio. El error es tratarlo como un fin y por eso a veces surge el miedo de que la IA reemplace al hombre e incluso que destruya al hombre. Esto podría suceder si la tratamos e incluimos en la sociedad como un fin y no como un medio. ¿En qué consistiría tratar a la tecnología como un fin en sí misma? Consistiría, esencialmente, reemplazar al ser humano por las máquinas sin considerar su valor inherente. En cambio, si logramos que las personas utilicen las máquinas de manera adecuada, podremos aprovechar un potencial mucho mayor del que imaginamos, impulsando también nuestro desarrollo humano. Esto no se limita a adquirir conocimientos técnicos, como aprender a manejar una máquina, sino que, a través del trabajo, la persona se perfecciona a sí misma, transforma su entorno y contribuye al bienestar de los demás.
Con lo cual, tenemos la tarea de repensar nuestros valores y desarrollar un modelo de trabajo que ponga a la persona y a la sociedad en el centro. De esta manera, la IA será un avance tecnológico que nos ayudará a mejorar como personas y como sociedad.
Poner a la persona en el centro en el mundo laboral significa reconocer su valor, querer su bienestar y fomentar su crecimiento y desarrollo. Las empresas tienen una gran responsabilidad social, que hoy en día es aún más relevante. Es fundamental valorar a las personas más que los resultados inmediatos, porque los seres humanos necesitamos tiempo para aprender y mejorar. Aunque los procesos largos pueden parecer menos eficientes, los beneficios a largo plazo son mucho mayores y evitan las consecuencias negativas que suelen traer los resultados rápidos.
Poner a la sociedad en el centro en el mundo laboral, implica que, a través de nuestro trabajo, contribuimos al bienestar de la sociedad, permitiendo que las personas lleven una vida más plena y vivan mejor en comunidad. Esto se logra valorando a cada individuo y grupo, brindando oportunidades para su crecimiento y para que puedan cumplir con su propósito. Además, significa cuidar el medio ambiente, nuestra casa común, y transformarlo de manera que podamos disfrutarlo hoy y también dejarlo en buen estado para las futuras generaciones.
En este tiempo en que se están trabajando en las reglamentaciones de la IA por diferentes organismos, donde no hay mucho consenso de cuál es el mejor camino para seguir, creo que es muy importante que lo hagamos pensando en el bien de cada persona, valorando su dignidad y el bien de la sociedad de manera que tengamos un futuro mejor para nosotros y las siguientes generaciones.
[1] Conferencia pronunciada por Viktor Frankl, el 23 de octubre de 1984 en Dornbirn.
[2] Antoine de Saint-Exupéry. Tierra de hombres.