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Domingo, 2 de Marzo del 2025

La formación del carácter

La formación del carácter

En este artículo reflexionaremos sobre la importancia de la formación del carácter. Este artículo está motivado por unos párrafos del libro "El diario de Ana Frank" [1].

Ana escribe estos párrafos en su diario a raíz del débil carácter de su amigo Peter.

«A decir verdad, no puedo imaginarme que alguien diga “soy débil” y siga siéndolo. Si uno lo sabe, ¿por qué no combatirlo, por qué no adiestrar su propio carácter? La respuesta fue: “¡Es que es mucho más fácil así!” La respuesta me desanimó un poco. ¿Más fácil? ¿Acaso una vida comodona y engañosa equivale a una vida fácil?» [1].

Que increíble como muchas veces optamos por lo que nos resulta fácil sin caer en la cuenta de que no nos está permitiendo crecer, ser un poco mejor cada día y en casos extremos incluso llegar a arruinarnos.

Luego, Ana buscando la forma de poder ayudarlo, escribe: «¿Cómo puedo hacerle ver que lo que parece fácil y bonito, hará que caiga en un abismo, en el que ya no habrá amigos, ni ayuda, ni ninguna cosa bonita, un abismo del que es prácticamente imposible salir?» [1]

Cuando nuestro modo de actuar siempre se guía por lo que nos resulta más fácil puede pasarnos lo que dice Ana de caer en ese abismo donde no hay amigos, ni ayuda, ni ninguna cosa bonita y es muy difícil salir de ahí. Esto nos puede dejar pensando que vale la pena esforzarse para tener una vida feliz. Que buscar la felicidad implica un esfuerzo y sacrificio pero que vale la pena. En definitiva es lo que nos enseña Jesús: «Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos.» [2]

Continúa diciendo Ana: «Todos vivimos sin saber por qué ni para qué, todos vivimos con la mira puesta en la felicidad, todos vivimos vidas diferentes y sin embargo iguales. A los tres nos han educado en un buen ambiente, podemos estudiar, tenemos la posibilidad de llegar a ser algo en la vida, tenemos motivos suficientes para pensar que llegaremos a ser felices, pero... nos lo tendremos que ganar a pulso. Y eso es algo que no se consigue con facilidad. Ganarse la felicidad implica trabajar para conseguirla, y hacer el bien y no especular ni ser un holgazán. La holgazanería podrá parecer atractiva, pero la satisfacción sólo la da el trabajo.» [1]

Cuanta verdad encierra esta reflexión de Ana. Tengo la experiencia de que justamente lo que me da más satisfacción es lo que me costó más esfuerzo, cuando no me deje llevar de lo que me resultaba más fácil sino que luché por superarme, sin desanimarme. Porque al final de cuentas crecí, y el crecer me permitió estar preparado para seguir creciendo y de esta manera acercarme a mi fin. Y también tengo la experiencia contraria de dejarme llevar por lo que me resulta más fácil, casi natural, y entonces no crecer. Quedarme estancado. Además, he podido ver personas que sistemáticamente eligen el camino más fácil, como menciona Ana de su amigo Peter, y ver como eso los atrofia, los hace incapaces de hacer esfuerzos para lograr algo que vale la pena. Y de esta manera es casi imposible crecer y llegar a ser lo que están llamados a ser. ¡Aunque nunca es tarde para comenzar!

En los últimos párrafos, Ana escribe: «No comprendo a la gente a la que no le gusta el trabajo, pero lo mismo me pasa con Peter, que no tiene ninguna meta fija y se cree demasiado ignorante e inferior como para conseguir cualquier cosa que se pueda proponer. Pobre chico, no sabe lo que significa poder hacer felices a los otros, y yo tampoco puedo enseñárselo.» [1]

Esta experiencia de Ana nos puede haber pasado algunas veces. Hay cosas que no se pueden enseñar o por lo menos son muy difíciles de enseñar porque entra en juego la libertad de la otra persona. Que una persona quiera hacer felices a los que tiene a su alrededor es algo difícil de enseñar, porque implica vencerse a sí mismo muchas veces y esto no es posible si la persona no quiere.

Espero que te haya resultado útil esta reflexión. Cuando leí estos párrafos del diario de Ana Frank me llegaron mucho. Te animo a que trates de ver el lado positivo que tiene el esfuerzo y el sacrificio especialmente para crecer y hacer felices a los demás. Y también que puedas ver el lado engañoso que tiene dejarse llevar por lo que nos resulta más fácil. Y que nos decidamos a cambiar, justamente para ser un poco mejor cada día y para hacer felices a los demás. De esta manera estaremos forjando nuestro carácter.

 

 

[1] Frank, Anne. El diario de Ana Frank . Longman, 1989.

[2] Mt 7, 13-14.