
Viviendo con sentido: concretando nuestras aspiraciones
En este artículo explicaremos un método para concretar nuestras aspiraciones. Si aún no tenés concretada alguna aspiración, podés leer el artículo “Viviendo con sentido: Descubriendo nuestras aspiraciones” para descubrir algunas aspiraciones que motivan las acciones que realizas en tu día a día.
Como primer paso elegimos alguna aspiración en la que queramos trabajar.
Como segundo paso podemos definir uno o más hitos finitos que contribuyan a la aspiración. Si bien podemos hacer acciones que contribuyan directamente a la aspiración, en muchos casos, será bueno definir algún objetivo concreto que nos ayude a enfocarnos y priorizar esa aspiración. Por ejemplo, si tengo la aspiración de "llevar una vida deportiva", puedo hacer deporte una o dos veces por semana. Pero me puede motivar más tener un objetivo concreto, como por ejemplo, correr una carrera. Además, estos hitos finitos tienen una fecha por lo que me va a ayudar a enfocarme y dedicarle tiempo. Con lo cual, me servirá para priorizar esas acciones en un periodo de tiempo determinado.
Los hitos finitos son como los logros intermedios que podemos obtener en el proceso infinito de lograr una aspiración. Ya que en la aspiración siempre se puede seguir mejorando y nunca podemos decir ya la alcance. Un hito finito cumplido nos indica que dimos un pasito en esa aspiración. Con lo cual, es bueno concretar algún hito finito para cada aspiración. Al menos tener un objetivo al año para cada aspiración, de manera de que hagamos algo concreto para cada aspiración durante el año.
Como tercer paso, podemos programar acciones recurrentes para los hitos finitos. La mejor forma de cumplir un hito es planificando de antemano cuando le voy a dedicar tiempo. Si no hay días y horarios concretos, es muy fácil que terminemos priorizando otras cosas o que nos dejemos llevar porque en ese momento no tenemos ganas. Entonces lo mejor para cumplir un hito finito es programar esas acciones con anticipación. Las planificaremos para el momento que nos resulte más razonable de antemano. Luego, en todo caso, si vemos que la planificación no la estamos pudiendo cumplir porque surgieron otras cosas o porque no era un buen momento, podemos reajustar el horario.
Después llega el momento de actuar. Lo importante es tratar de luchar por vivir el horario que de antemano planificamos. Lógicamente que a veces ocurren imprevistos donde debemos cambiar los planes, pero de ordinario podemos llevar a cabo, no sin esfuerzo, lo que planificamos. Acá es donde se juega el partido, porque es donde hacemos realidad lo que nos propusimos en su momento.
Por lo tanto, es importante hacer un seguimiento de lo que vamos haciendo y en todo caso ajustar lo que tengamos que ajustar para lograr los objetivos que nos propusimos. Con el tiempo se verán los frutos de nuestros esfuerzos. Es importante darnos cuenta de que el proceso mismo ya es una ganancia, aunque luego también se vean los frutos. Pero en muchas ocasiones el fruto tarda tiempo en llegar y hay que saber que vale la pena el esfuerzo y continuar. Por eso es bueno cada tanto volver a reflexionar porque hacemos las cosas, para que volvamos a elegirlas.