
¿Qué harías si tuvieras dinero para toda tu vida?
En este artículo te invito a reflexionar sobre lo que es importante para tí y qué es lo que te inspira y apasiona, qué es a lo que estás llamado a ser. Para generar esta reflexión te propongo que consideremos la experiencia de Tony Hsieh, cofundador de LinkExchange y luego CEO de Zappos.
Cuando Tony vendió LinkExchange a Microsoft por una suma de 265 millones de dólares, Microsoft le ofreció 40 millones de dólares si se quedaba el primer año de transición. En caso de irse antes no cobraría nada de esa suma. Con la venta de LinkExchange, Tony se compró todas las cosas que quería: un lugar para vivir, una gran televisión, un ordenador y un sistema de cine para la casa.
Se estaba quedando en Microsoft pero solo estaba pasando el tiempo. En este periodo comenta Tony: «La mayor parte de mi tiempo libre lo pasaba simplemente siendo introspectivo y pensando. No necesitaba más dinero, así que ¿para qué era bueno? No estaba gastando el dinero que ya tenía. Entonces, ¿por qué me estaba quedando en Microsoft, pasando el tiempo, tratando de conseguir más de ellos? Hice una lista de los períodos más felices de mi vida y me di cuenta de que ninguno de ellos involucraba dinero.» [1].
Esta experiencia me parece muy significativa. Tony no está ilusionado con lo que hace en Microsoft, solo está matando el tiempo. Y esa experiencia de contradicción consigo mismo lo hace estar más reflexivo. Y se da cuenta que lo que lo hizo feliz en su vida no tenía nada que ver con el dinero. Quizás a nosotros no nos toque nunca tener una cantidad de dinero tan grande, y si esperaríamos a tenerla para empezar a plantearnos lo que realmente es importante para nosotros, no llegaríamos nunca a plantearnos que el dinero no es lo más importante y que no nos hará felices. Y si ese fuera el caso, sería una pena llegar a nuestros últimos días y darnos cuenta que estuvimos persiguiendo algo por lo que no vale la pena gastarse tanto. Aunque, lógicamente, más vale darnos cuenta tarde que nunca.
Luego, continúa diciendo: «Pensé en la facilidad con la que nos lavan el cerebro en nuestra sociedad y nuestra cultura, aprendemos a detener nuestro pensamiento y a asumir que más dinero es igual a más éxito y a más felicidad cuando, en última instancia, la felicidad es realmente gozar la vida.» [1].
En su reflexión, logra poner al dinero en su lugar. De a poco se va dando cuenta que inconscientemente tenía la siguiente premisa como válida: más dinero es igual a más éxito y a más felicidad. Todos buscamos ser felices, es a lo que aspiramos. Y muchas veces, inconscientemente, cuando nos toca tomar decisiones tenemos ese preconcepto: quiero ser feliz, entonces tengo que tener una vida exitosa, por lo tanto, tengo que tener suficiente dinero. En particular, me gusta lo que dice Simon Sinek sobre el dinero en su libro “The Infinite Game”: «el dinero es el combustible para avanzar una causa, no es la causa en sí misma» [2]. Me parece que esta frase ubica al dinero en su lugar, solo es un medio, es el combustible. Nuestras acciones tienen que estar inspiradas por una causa, por un propósito que valga la pena llevar adelante. Y para llevar adelante esa causa en este mundo, necesitamos de las cosas materiales, y por ende también del dinero. Entonces, ubicando al dinero en su lugar, el de un medio y no un fin, estamos mejor preparados para tomar las decisiones correctas. Porque en definitiva tomaremos las decisiones por la causa, por la misión que tenemos en esta vida y no por cosas que a la larga no nos llevan a ningún lado porque no son fines sino medios.
Volvamos a la historia de Tony. En su razonamiento Tony empezó a pensar en qué es lo que realmente le gustaba, que era lo que le inspiraba y apasionaba: «Pensé en cómo me gustaba crear, construir y hacer cosas que me apasionaban. Y había tantas oportunidades para crear y construir cosas, sobre todo con Internet todavía explotando, y no tenía tiempo suficiente para aprovechar todas las ideas que aparecían. Y, sin embargo, ahí estaba yo perdiendo mi tiempo, desperdiciando mi vida, para que pudiera ganar más dinero a pesar de que tenía todo el dinero que necesitaba para el resto de mi vida.» [1].
Entonces, te propongo hacer el siguiente ejercicio. Ponete en el lugar de Tony, ya tienes todo el dinero que necesitas para toda tu vida. Estás pensativo y reflexivo y te haces estas preguntas: ¿Estoy haciendo lo que realmente me inspira y apasiona?¿Para qué soy bueno?¿Qué me gusta hacer?¿Considero que para ser feliz necesito tener una vida exitosa?¿Qué significa para mí tener una vida exitosa?¿Que significa para mi una vida feliz?¿Estoy haciendo aquello que me hace feliz?¿Estoy llevando a cabo mi misión?¿Sé cual es mi misión en este momento?
Y llega el momento cuando Tony se sincera con el mismo: «Y entonces dejé de pensar en mí y empecé a hablarme a mí mismo: “Nunca habrá otro 1999. ¿Qué vas a hacer al respecto?”. Yo ya sabía la respuesta. En ese momento, había elegido ser fiel a mí mismo y renunciar a todo el dinero que me mantenía en Microsoft.» [1].
Me gustaría subrayar la frase: elijo ser fiel a mí mismo. Porque en definitiva lo que realmente queremos es lo que nos hará felices. Esto requiere un conocimiento propio. Por ende, tengo que conocerme, tengo que saber que me gusta, que me inspira, que me apasiona y sincerarme conmigo mismo para empezar hoy y ahora a buscarlo y empezar a vivir conforme a lo que estoy llamado a ser. Sin dejarnos distraer por cosas que no son esenciales, sino que muchas veces son medios o cosas que culturalmente son valoradas pero que no me llevan a dar lo mejor de mi. Sino que simplemente estamos desperdiciando nuestro tiempo para mantener estándares que no van con nosotros. Esto no quiere decir que hagamos cualquier cosa o sigamos un capricho. ¡No! ya que te darás cuenta que llevar a cabo tu misión si bien te traerá la mayor felicidad, no será para nada fácil. Te costará mucho esfuerzo y sacrificio. En definitiva, el sacrificio será la piedra de toque con la que comprobarás que lo que estás persiguiendo es realmente tu misión.
Por otro lado, pienso que seguir cada uno su camino es la manera en la que cada uno aporta al mundo lo que él solo puede aportar. Cada uno de nosotros somos una creación maravillosa de Dios, si seguimos nuestra misión, siendo originales, haremos del mundo un lugar un poco mejor porque cada uno de nosotros daremos lo mejor de sí.
Continúa Tony: «Unos días más tarde, fui a la oficina, le envié un correo de despedida a la empresa y salí por la puerta. No sabía exactamente lo que iba a hacer, pero sabía lo que no iba a hacer. No me iba a sentar y dejar que mi vida y el mundo pasaran frente a mí.» [1].
Esta es una situación que nos puede pasar cuando tenemos que tomar decisiones importantes en nuestra vida. Quizás no sabemos bien qué es lo que tenemos que hacer pero sí sabemos lo que no tenemos que hacer. Y eso es suficiente para tomar una decisión y dejar preparado el camino a lo que va a venir. Es difícil tomar este tipo de decisiones porque no tenemos ninguna seguridad de que nos vaya a ir bien. No tenemos el control de la situación. Pero cuando lo hacemos es porque tenemos la esperanza de que así será, de que será para bien, para un bien mayor nuestro y de los demás.
Termina Tony diciendo: «La gente pensaba que estaba loco por renunciar a todo ese dinero. Y sí, tomar esa decisión fue espantoso, pero con una buena intención. Yo no me di cuenta en ese momento, pero fue un momento decisivo en mi vida. Había decidido dejar de perseguir el dinero y empezar a perseguir la pasión. Estaba listo para el próximo capítulo de mi vida.»
Con este artículo te animo a reflexionar sobre si estás haciendo lo que realmente te inspira y te hace feliz. Como sugiere el título de este artículo, puedes preguntarte: ¿Qué haría si tuviera dinero para toda mi vida? Al tratar de responder sinceramente esta pregunta, despejarás el camino para identificar lo que realmente es importante para tí. Si tu respuesta es: "seguiría haciendo lo mismo que estoy haciendo ahora" entonces ¡sigue por tu camino! Si no, puedes empezar a buscar lo que realmente te inspira, dar un primer paso para buscar cual es la causa que tenes que llevar adelante en este momento de tu vida. En este sentido, te propongo algunas preguntas más para tu reflexión: ¿Qué estoy buscando?¿Estoy buscando el dinero, una seguridad material, tener todo bajo control? o más bien ¿estoy buscando lo que realmente me inspira y me hará feliz por más de que tenga que correr muchos riesgos y que el camino no sea fácil?
[1] Hsieh, T. (2013). Delivering happiness. Grand Central Publishing.
[2] Sinek, S. (2019). The infinite game. [New York], Portfolio/Penguin.